Un instante
Qué delicia tomarse un respiro,
Un tiempo que le arrebate a las prisas su acostumbrado quehacer carente de pausas…
Tomar entre las manos el libro que me tiene hipnotizada y me sugiere que reanudemos la entrega, de sus historias en cada frase, en cada escena imaginada, y me hago amiga de las tejedoras y mi historia se funde con ellas. (*)
Qué bueno abrir la ventana y sentir, como una caricia aterciopelada, al viento enredándose en mi cuerpo, poseyéndome la piel, como una amante en el primer encuentro,
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