Cuando te toca
Y el sueño no lo presagia
Ni la alegría lo anuncia
Cuando la puerta ha quedado abierta
Para siempre
Y entra el monstruo, indescifrable, sin preaviso
Y te arrebata el día y todo se vuelve noche, desasosiego
El día hecho tinieblas.
Las alarmas no se apagan
Los pilares han caído
El corazón bombea tembloroso, sin alivio, sin consuelo
La mecánica no para
La lógica, los cálculos
Lo improbable es la guía, la amenaza
Te has vuelto vigía, sin pausas, vacilante
Escuchas, observas, grabas, recopilas instantáneas
Sospechas
El miedo te atrapa,
te estrangula, aprieta, arrasa, moldea, retuerce, desarma.
Desalma.
La vida, distopía
Los grises y los negros se apoderan de las nubes, y del cielo
Lo buscas, lo temes
Lo tienes presente, acechante
Escuchas por la mirilla
Un sonido, te aseguras
El corazón se acelera, el pecho golpea
Te dibujas una sonrisa con indeleble
Se desdibuja.
Miras bajo la cama
Por si duerme
Que dure un instante, un respiro
Que la angustia descanse, una tregua
Que la duermevela me recuerde los colores
Unas horas, un minuto, un segundo suficiente.
Es de noche
El monstruo
Mi quimera
…
Cuánto puede pasar en solo un instante…..
SORRY…HOY NO ERA UN BUEN DÍA PARA FIJAR MI MIRADA Y SENTIDOS EN EL TEXTO…FUE COMO UNA SOBREDOSIS DE ANGUSTIA… ESPERO Y DESEO ESTÉIS BIEN.
Precioso y conmovedor poema, que empatiza, consuela, enseña… Gracias por tu atenta mirada, Julia
Gracias a ti, Mª José. Un abrazo grande.