Atrapando las palabras
A veces corro tras ellas para que no se me escapen, son las palabras fugaces, rápidas, breves, cortitas, de pocas sílabas y habituales, no puedo apartarlas por básicas porque construyen puentes a las que se creen esenciales.
Otras las encuentro en la calle, ¡callejeras! Si veo un pelícano rojo guiñándome un ojo, saco de su buche palabras aladas que sobrevuelan la página.
Algunas las presiento detrás de mi oreja, las juguetonas, susurrantes, obligando a los oídos a estar bien abiertos a cualquier detalle, tímidas bonitas, ¡adelante!
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